sábado, 6 de octubre de 2007

Acoso cero, campaña que inicia en el Metro del DF

* Las mujeres viajarán "más seguras y libres de violencia"

Jonathan Pardiñas México, DF, 4 oct 07 (CIMAC).- Cuándo se le pregunta a mujeres ¿qué es lo más grave que te ha pasado en el metro? responden: "pues grave no, pero….", una y otra vez repiten la misma historia, la del arrimón, la de la mancha blanca que encuentran en sus vestidos, la del acosador que las sigue por varias estaciones.
Historias que se repiten una y otra vez en el transporte público de la ciudad de México, relatos que las mujeres ya consideran como "normales", como parte de su vida, como algo común del trajín diario por la ciudad.
Griselda: 41 años "Iba en el metro y un tipo me comenzó a decir de cosas, y no eran piropos, eran cosas vulgares. Cuando me bajé me siguió, entonces me encontré a un policía y le dije que lo agarraran porque me venía insultando. Pero los polis como mensos no hacían nada y me decían que si lo agarraban iba a perder todo el día en la declaración, que mejor lo dejara ir.
"Me aferré y les grité que lo atraparan y pues ya, me empezaron a tomar mis datos para la declaración, pero el tipo sacó una libreta y comenzó a anotar todo. Les dije a los policías que hicieran algo y me dijeron que no podían hacer nada. Finalmente llegó una patrulla de la delegación, ellos sí se portaron amables y el tipo se quedó encerrado un día y ya ellos le quitaron la libreta donde había anotado mis datos. Me dijeron que si quería lo refundían, siempre y cuando dijera que me iba tocando, pero para que decía yo mentiras, nada más me dijo de cosas"
Angélica: 19 años: "Tenía como doce años. Iba con mi mamá en el metro, pero venía platicando con una amiga. Yo ya había notado algo raro, pero como estaba muy lleno no me podía mover mucho. Cuando menos vi, el tipo ya estaba al lado de mí y me tocó con toda la mano en mis genitales. Yo no sabía que hacer, pero lo que me dio más coraje es que como mi mamá estaba platicando no se dio cuenta"
Claudia: 22 años… "Iba para la escuela, como estudiaba gastronomía pues iba con mi uniforme, no traía puesta la filipina pero si una blusa blanca. Iba sentada en los de cuatro, en una orilla. De pronto sentí algo en el hombro, pero no le puse atención. Volví a sentir pero con tanta gente que había supuse que era alguna mochila o una bolsa de mandado que me habían recargado. Pero después sentí que se movía muy extraño, fue cuando voltee y vi a ese cerdo asqueroso que se sacó su cosa y me la puso en el hombro. No me quedé callada, me paré y le di un puñetazo en la cara y luego otros señores lo sacaron del vagón"
Diana, 21 años: "…pues me quedé de ver en Coyoacán con unas amigas. Me fui en metro y cuando llegué con ellas me dijeron que traía una mancha blanca en el pantalón, y todavía venía fresca. Me dio mucho asco y miedo porque no me di cuenta como pasó".

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